El comienzo te permite visualizar lo que un día caminarás, ver que, aunque estás comenzando, llegarás al final del recorrido. Caminar: el arte de dar pasos hasta llegar a lo que uno llama meta, esa meta, aquel objetivo que no sabrás si palparás con tu mano.
Principiantes. Somos eso, principiantes al vivir, principiantes al caminar, principiantes al aprender mundos e ideas nuevas. Somos el comienzo y el final de un camino. Somos aquellos inexpertos con el deseo de ser más. "Más", todos queremos serlo, llenar aquel vaso hasta que desborde, hasta que gotas mojen el suelo. Más queremos ser, aquella expectativa humana.
Humanos, compuestos por partículas. Humanos hechos a una semejanza. Humanos con una mente acechante que te destruye si no tomas el dominio de ella. Humanos queriendo ser todo cuando ya lo son, porque el ser humano significa serlo, ser todo, imperfectamente bellos.
Queremos ser algo sin pasar a ser nada. Queremos ser personas tituladas sin pasar por el lloro y la rabia. Queremos correr cuando pasos no podemos dar. Queremos ser cuando definición no tenemos. Queremos sanar cuando no nos tomamos el tiempo de reparar nuestra vasija. Queremos vivir cuando la definición del perdón se siente lejana en nuestra vida.
El arte de comenzar es aprender a hacer nada. El arte de comenzar es ser una plantita rodeada de árboles y montañas. El arte de comenzar es ser trazos en el piso. El arte de comenzar es tomar cada rastro y tratar de darle forma. El arte de comenzar es aprender del dolor. El arte de comenzar es aceptar comenzar de nuevo. Es vivir sabiendo que solo eres un principiante que solo va en el camino aprendiendo. Es el arte de despojarte y lanzarte al vacío sin pensarlo, sin miedos e inseguridades.
Seres rotos con el deseo de comenzar. Seres indefensos con el dolor de comenzar de nuevo.personas hechas para equivocarse.personas con el dolor de no hacerlo. Humanos heridos con las ansias de sanar. Humanos con el dolor de vivir el proceso hasta llegar a ser sanados.
Muertes que te dejan sin aliento. Personas que se van con el viento. La vida se agota y el tiempo va corriendo. Seres que se vuelven momentos indelebles. Momentos efímeros.El todo y el nada.el dar y recibir, el vivir y caminar una vida larga,pero a la vez corta si no aprendes a vivirla
El soltar, abrir tus manos y dejar ir. El lanzar la cuerda al mar, el peso muerto al vacío, las cargas del pasado, el peso del presente y lo por venir del futuro. El dejar ir, en películas y libros, es como una enseñanza recurrente que evitamos practicar, que nos deja con la duda. El soltar es dejar en un barquito de papel el dolor del ayer, la angustia de hoy y la ansiedad del futuro. Nacemos, crecemos y morimos; momentos forman parte de nuestra vida, pero ¿Ellos definen lo que seremos? Solo pasará si nosotros lo permitimos, si le damos el poder de ser aquello que marque para siempre tu vida, sea bueno o malo.
El dejar ir no es olvidar por completo; es aceptar que será una marca permanente en tu vida, en tu alma. El dejar ir es abrazar la tristeza por completo, pero aceptar la realidad del presente. El dejar ir es tocar la herida, vivir el duelo, pero aceptar que nada cambiará el destino de la vida. El dejar ir es de humanos imperfectos con el deseo de comenzar de nuevo, pero con el dolor del querer ir rápido.
Seres dispuestos a comenzar de nuevo. Seres dispuestos a sanar. Personas dispuestas a dejar ir. Personas con el deseo de vivir. Humanos siendo eso, humanos. Humanos queriendo olvidar y seguir caminando. Todos dispuestos a todo, pero con el miedo latente en nuestro cuerpo. Y es normal tenerlo, pero no es normal que permitas que él te impida volar como lo que eres: un águila que renace de lo profundo, que con resiliencia y determinación logra todo. Aquel ave que representa lo guerrero que podemos llegar a ser, porque estando en una batalla contra monstruos sobrenaturales, siendo humanos, nos mantenemos de pie.
Soltar, comenzar y dolor. Es tu decisión
Con amor: lo que mi mente calla y lo que mi alma grita
Me gustó mucho
Me gustan mucho tus escritos.